❤ Mi diario: Varado en el no puedo

Pensamientos y reflexiones sobre la vida
¿No puedo o no quiero? ¿Dónde está el límite? ¿Cuánto más fácil es darse por vencido? ¿Dónde está la excusa del no puedo? ¿No es el no puedo un no quiero realmente? ¿Es esto un impedimento para avanzar, un tope para mejorar nuestra vida? ¿Nos cuesta tanto que preferimos rendirnos antes de comenzar?
Es nuestra responsabilidad, donde te encuentras en este momento, es la consecuencia de todas las decisiones ya sean grandes o pequeñas, conscientes o inconscientes, que has tomado en tu vida. Toda esa suma nos ha conducido al punto donde nos encontramos ahora mismo. Nada ni nadie tiene la culpa. Estas donde has decidido estar, así que toma la responsabilidad de tus actos y decisiones.
El “no puedo” es más fácil ya que te exime de tu responsabilidad, la delegas en los demás, en la vida, en el destino, desvinculándote de ella.  Tienes la errónea percepción de que eso te facilita las cosas sin embargo es lo que no te permite avanzar,  quedando  varado en ese “no puedo” ¿Y  qué  pasa con tu integridad, con tu autoestima y con tu coherencia? Y ¿cómo te hace sentir el rendirte sin luchar? ¿El mirar hacia el otro lado? ¿A quién quieres engañar?
¿En serio piensas que podrás sostener en el tiempo ese engaño a ti mismo?  ¿Hasta cuándo podrás soportar la carga? ¿Qué consecuencias conlleva? ¿Cuánto tiempo crees que tardará en aparecer la frustración?
Si no somos consecuentes con lo que sentimos y pensamos perdemos gran parte de nosotros mismos. No solo nos hacemos daño a nosotros, sino que  podemos hacérselo de forma colateral a otras personas a las que queremos. Eximir tu responsabilidad tiene importantes efectos secundarios.
Necesitamos empezar a hablar con propiedad y llamar a las cosas por su nombre.  No puedo no es lo mismo que no quiero y admitir eso es primordial. Pasa a ser una elección, yo decido que  quiero o no quiero y eso lo cambia todo. Cuando tomamos las riendas, asumimos el control y decidimos. Somos consecuentes con nosotros mismos y eso nos hace libres, nos da el poder y el derecho de ser íntegros, valientes y honestos.
Si lo analizas, no tienes que hacer nada, y sin embargo puedes hacerlo todo. Nadie ni nada te obliga a hacer algo que no quieres hacer, y nadie te impide realizar lo que realmente elijas. Cambia el verbo poder por el verbo elegir y el significado también cambiará.
Es mi tiempo, es mi vida, es mi prioridad y yo elijo estar aquí y ahora, en vez de en un millón de lugares diferentes. Yo tengo el poder de decisión, de mi sale la acción. Porque cuando eliges una opción también significa que renuncias a todas las demás.
Se consciente de que no es que no puedas: es que no quieres… y la razón reside en tu escala de prioridades y valores. Tú eliges, consciente o inconscientemente, situar esa opción por encima de la otra, y te mueves acorde con esa decisión.
Quizá deberíamos empezar a cambiar el no puedo por el ¿cómo puedo hacerlo? Todos hemos dicho alguna vez: querer es poder pero quizá nunca nos hemos parado a analizar el verdadero significado de esta acertada afirmación.
"Locura: esperar que las cosas cambien y hacer cada día lo mismo que el anterior". Por muy mal que se te den las matemáticas, es fácil saber el resultado que obtendrás si sigues sumando las mismas cifras una y otra vez.
La próxima vez que te encuentres a punto de decir “no puedo”, pregúntate a ti mismo: ¿Qué o quién me lo impide?  Y te darás cuenta de que nada ni nadie se entromete en tu camino: tú eres el único que puede tomar esa decisión.

Comentarios

Entradas populares