❤ Mi diario: VER SIN MIRAR, OÍR SIN ESCUCHAR

Pensamientos y reflexiones sobre la vida

¿Tú miras o ves? ¿Te has parado alguna vez y de verdad, y has mirado realmente a tu alrededor?

Ver, según la RAE, significa, ‘percibir por los ojos los objetos mediante la acción de la luz’. Mirar, por el contrario, es: ‘fijar la vista en un objeto, aplicando juntamente la atención’.
Por lo que ver se define como capacidad física, y mirar, a cierto acto consciente y deliberado. En definitiva, “vemos todo lo que miramos, pero no miramos todo lo que vemos”

Pasamos corriendo por la vida, con la necesidad de llegar a nuestro destino, a conseguir nuestro propósito.  Pero descuidamos la belleza del camino que nos lleva hasta nuestra meta final.  Y cuando queremos abrir los ojos muchas veces es demasiado tarde.  El tiempo ha volado, y no hemos sido ni siquiera conscientes. Tenemos la amarga sensación, de que nos hemos perdido algo, que el tiempo se ha esfumado, sin darnos la oportunidad de haber hecho y dicho más. El sentimiento de que nos han quedado cosas por hacer, abrazos que regalar, conversaciones que tener, momentos que atesorar y nos arrepentimos de no haber disfrutado y dicho muchas más cosas…

Miramos de forma parcial, nunca lo hacemos por completo, con la totalidad de nuestra mente y esto se debe, a que vemos el mundo a través de nuestras propias lentes, nuestra propia percepción. Cada uno lleva sus propias gafas conceptuales y ve el mundo de un color y forma totalmente diferente al resto.
Realmente necesitamos ampliar nuestra forma de mirar el mundo, y evitar los prejuicios, esos que ahogan nuestras oportunidades de crecer, aprender y explorar.  Que coartan nuestra libertad de espíritu y corroen nuestra esencia.  Esos que aprendemos desde muy corta edad y matan al niño que llevamos dentro.

¿Tú oyes o escuchas? ¿Te has parado alguna vez a escuchar de verdad lo que te dicen los demás?
Nuestra percepción del mundo lleva subtítulos que cada uno escribe e interpreta de forma distinta.  Parece que andamos por el mundo viendo la utilidad de sus maravillas en vez de observar su verdadera esencia, sin verlas y entenderlas en su totalidad. Estamos tan sumergidos en nuestros problemas, creencias, y prejuicios, que nos hemos olvidado de observar y escuchar realmente, de simplemente mirar sin más. Sin juzgar, sin suponer, sin ego, sin filtros, ni pantallas de ningún tipo.
Solo mirar con el alma, mirar como lo hacíamos de serie, como cuando llegamos al mundo, antes de que nos reprogramasen, antes de que nos corrompiesen, antes de que nuestro ego, dominase nuestra esencia y la cubriese por completo.
Mirar con la totalidad de nuestra mente y nuestro corazón, desde el alma más pura. 
Nuestros límites están solo en nuestra cabeza.  Mira y escucha con honestidad, abriendo los ojos del alma y el brillo del mundo jamás volverá a ser el mismo que ha sido hasta ahora.
Suceden muchas cosas, porque hay voluntad de mirar. Y si miras, ocurren. 

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