❤ Mi diario: La importancia de la gratitud


Es de bien nacido ser agradecido. Tenemos esa humana manía de dar las cosas por sentado. No valoramos lo afortunados que somos hasta que algo cambia en nuestra rutina y nos hace mirar atrás y desear de nuevo ese estado en el que nos encontrábamos y no valorábamos lo suficiente. Olvidamos lo afortunados que somos, al habituarnos a serlo cada día, a tenerlo seguro en nuestras vidas, a convertirlo en un hábito, en un derecho inamovible, pero es un regalo. Un regalo que debemos agradecer cada día, cada segundo, en cada momento porque no está garantizado ni tiene porque ser para siempre.
Cada mañana abrimos los ojos y nace una nueva oportunidad con infinitas posibilidades ante nosotros. Demos las gracias, gracias por respirar, por correr, por tener la capacidad de sonreír. Gracias por el gusto que nos permite saborear, por el agua que conseguimos con solo un movimiento, por el sol que nos calienta y el alimento q nos nutre. Gracias por el amor q nos rodea, por la gente q nos quiere, por el trabajo que nos proporciona estabilidad. Por la maravilla de la naturaleza que nos regala la vista. Gracias por poder escribir una hoja en blanco un día más. Si lo analizas con calma, cada gesto cotidiano es maravilloso. Eleva a extraordinario lo ordinario, regalándonos infinitos placeres.  Agudiza tus sentidos, disfruta de cada uno de ellos con todo tu ser, porque un día más tienes la oportunidad de deleitarte de nuevo, de tocar el cielo con los dedos y es justo darle su verdadero valor.
En muchas ocasiones nos olvidamos del verdadero significado de “no saber lo que se tiene hasta que se pierde”. Seamos conscientes, no dejemos que eso pase.  Permitámonos disfrutar con intensidad de cada caricia, cada beso, cada abrazo, cada mirada. Estamos rodeados de infinidad de maravillas, seamos conscientes y aprendamos a valorarlas y a sentirlas con todos nuestros sentidos. Decidamos estar presentes cada segundo y miremos en vez de solo ver.
Ser agradecido es esencial para apreciar y disfrutar plenamente la vida. Agradecer lo que somos, lo que hemos conseguido, lo que tenemos, las personas que nos rodean, hace que vivamos en armonía. Nos ayuda a ser felices, a sentirnos completos y a vivir con plenitud.
Pongamos todos los sentidos en vivir cada segundo sin pensar en el mañana, porque lo único que es seguro es el ahora, el presente. Enfoquémonos en lo que tenemos en vez de pensar en lo que nos falta. Miremos hacía la abundancia y lo que es positivamente posible, centrándonos en aquello de lo que podemos estar agradecidos. Ser agradecido es sinónimo de disfrutar más. Presta atención a todas las cosas buenas que te ocurren y que hay en tu vida y descubrirás que siempre hay motivos para sonreír y dar gracias al universo.
Cada día hay un amanecer y un atardecer y tú puedes decidir estar presente.

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