❤ Mi diario: NO PERDER MI NIÑA INTERIOR

no perder tu niño interior

No perder tu niño interior… 

Esa capacidad de sorprenderse con todo, la aventura que supone el más cotidiano y simple movimiento,  la alegría de vivir el momento, de escuchar el cuerpo y adaptarse a él, de disfrutar cada segundo, de simplemente  fluir, sin horarios, sin deberes, con el único objetivo de vivir, que es para lo que estamos aquí: para ser felices y hacer felices a los demás.
Yo no quiero perder nunca mi niña interior, esa loca que salta, canta, y se revuelca por el suelo. Que no le importa e incluso es ajena a lo que los demás digan o piensen, porque está demasiado ocupada en vivir el momento, en disfrutar, en reír.  Porque vive cada día como si fuese el último y a la vez el primero. Esa niña que va desapareciendo según vamos cumpliendo años y va olvidado lo que quería ser, con lo que solía disfrutar. Va renunciando a su imaginación y creatividad, enterrando sus sueños. Y va viendo imposible todo lo que solía ser posible solo con desearlo, porque ha dejado de creer, porque el resto le ha dicho que eso no es posible. Que se baje de la nube, que deje de soñar…

Pues sabéis  que os digo, que yo no quiero bajar, que vuestra verdad lo es porque vosotros habéis decidido que lo sea. Y yo elijo no creer en ella como antes hicisteis vosotros.
Enteraos!  Yo decido no renunciar.  No quiero volverme gris y una mañana abrir los ojos y no reconocerme en el espejo. Darme cuenta que ha pasado mi vida y lo único que deseo es volver atrás para volver a vivirla, es arrepentirme de lo que no he hecho, es sentirme triste y vacía porque he olvidado por el camino quien era, eso que tenía muy claro cuando era niña. Y sentir que sería capaz de vender  mi alma al diablo por tener la oportunidad de repetir de nuevo, de cometer errores, caerme y volver a levantarme.  Luchar y hacer todo aquello que me dijeron, que no era posible y yo creí, y me hizo renunciar.  Y ese día,  morí sin haber empezado siquiera a vivir.
Todo se convierte en demasiado serio, demasiado responsable, solo hay deberes y ya no existe el tiempo para jugar, para ser espontaneo. Se acaba la libertad de decir sin filtros, ya no es aceptable correr bajo la lluvia pisando charcos con fuerza y cantar en voz alta por la calle, hacer preguntas sinceras, ser sin composturas, ya no hay excusas para ser tú. Es tiempo de encorsetarse y ser correcto, de ponerse la máscara de respetabilidad, ya no vale ser niño nunca más.

No pierdas nunca ese niño que hay dentro de ti, para el que no había imposibles porque todo era posible con solo desearlo, con solo imaginarlo. Todo era simple y bello. Una gran aventura. Y qué es la vida más que nuestra propia aventura? ¿Cuándo decidimos renunciar a ella? ¿Cuándo decidimos dejar de vivirla como queríamos? ¿A  qué precio decidimos renunciar a nuestros sueños?
No pierdas nunca ese niño, no lo dejes marchar, retenlo siempre en tu mente y en tu corazón. Cuídalo, escúchalo, abrázalo durante tu camino para encontrar la plenitud, para volver a redescubrir cada día con alegría, la magia que supone el milagro de la vida. 

Comentarios

Entradas populares