Oleato de romero
* Romero seco
* Aceite base: oliva, almendras, girasol…
* Vitamina E, opcional https://amzn.to/3am3R6w
Los oleatos o macerados son infusiones de una planta con
propiedades medicinales en un aceite. Este proceso se utiliza cuando queremos
extraer del vegetal aquellos componentes liposolubles y beneficiarnos de las
propiedades de la planta.
El romero posee propiedades cicatrizantes, tonificantes y
astringentes. Favorece la circulación por sus propiedades descongestivas
y desinflamatorias. Mediante masajes
ayuda a la eliminación de celulitis y nódulos de grasa. Además presenta
propiedades antisépticas y antibacterianas.
Algunos de los aceites base más utilizados en cosmética
natural para hacer macerados son: el aceite de almendras, el aceite de jojoba,
el aceite de arroz, el aceite de girasol, aceite de soja o el aceite de oliva.
Por lo general, se suele utilizar materia vegetal seca y a ser posible
orgánica. Ya que la materia vegetal húmeda al contener agua puede propiciar la
aparición de hongos y moho.
Además, para evitar que el aceite se enrancie, es importante protegerlo de la
luz directa, la humedad, el calor o el contacto constante con el aire. La mejor
elección es utilizar botellas oscuras cerradas herméticamente. Para ralentizar
el proceso de enranciamiento podemos añadir un 1% de Vitamina E que actuará
como antioxidante.
En este caso vamos a hacerlo en frío de forma natural, es decir sin aplicar
baño María y temperaturas que pueden estropear el oleato. La forma de hacerlo
es muy sencilla. Llenamos las ¾ partes del recipiente con nuestras hojas secas
y las cubrimos con el aceite de nuestra elección. En mi caso he usado una
mezcla de aceite de oliva y girasol. Déjalo macerar durante 3 o 4 semanas y
agítalo una vez al día para promover la migración de los principios activos al
aceite.
Transcurrido este tiempo, cuélalo para evitar que los restos vegetales queden en el aceite. De forma opcional puedes añadir la vitamina E, aunque el aceite de oliva ya tiene una gran cantidad de esta potente vitamina. Ya solo queda envasarlo en un recipiente oscuro en un lugar fresco y sin luz. Y listo para utilizar en cualquiera de tus fórmulas de cosmética casera o directamente.
Si recoges las plantas del campo, recuerda lavarlas bien con agua antes de utilizarlas. Posteriormente las dejaremos secar en un lugar adecuado para evitar el polvo y la suciedad.
El Aceite de Romero es un gran antioxidante y
aliado para luchar contra los daños que los radicales libres, la polución o los
rayos UV del sol, causan en la piel. Estimula la actividad celular, de forma
que la piel se ve firme, luminosa. Posee propiedades cicatrizantes,
calmantes y regenerantes. Ayuda a hidratar y nutrir la piel en profundidad, así
como a retener el agua. Contiene
propiedades antiinflamatorias, astringentes y desinfectantes.
El romero dilata los vasos
sanguíneos, por lo que estimula la irrigación en los folículos
pilosos y permite que éstos se nutran correctamente. Activando la circulación,
el cabello mejora su estructura y crece más fuerte, más sano y, por
tanto, menos tendente a la caída.


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