❤ Mi diario: Tristeza, aprender a convivir con ella

Tristeza, aprender a convivir con ella

 Siempre la hemos evitado, intentamos pararla y que se vaya rápido de nuestro lado. La rehusamos por todos los medios, no es una visitante querida. Sin embargo, está ahí por algún motivo. Y deberíamos aprender a convivir con ella el tiempo necesario, para posteriormente dejarla ir, y poder agradecerle lo que nos ha aportado y ayudado a descubrir sobre nosotros mismos.  Si existe, es porque es necesaria y porque llega para enseñarnos algo importante, para poder apreciar lo que vendrá después de ella. Nos permite superar pérdidas, desilusiones y fracasos. Establecer distancia con situaciones dolorosas, para interiorizarlas y ayudarnos a cicatrizar ese dolor que nos generan. Y nos ayudar a empatizar con la tristeza de los demás y ser capaces de ayudar y dar nuestro apoyo.

 La tristeza es una emoción que aparece cuando sufrimos una pérdida o una situación adversa que nos supera. Es la emoción que queda cuando sentimos que ya no podemos hacer nada para mejorar la situación, cuando la rabia, la ira desaparecen, llega la tristeza a inundar nuestra vida. Pero la tristeza, nos protege y nos ayuda a restaurarnos frente a los daños del medio que nos rodea.  Por ello, es importante permitirnos estar tristes, para poder dejarla ir y pasar al siguiente nivel, ya que es una forma de defensa que hará que seamos más fuertes. Lo que es importante es no quedarnos anclados en ella, no abandonarnos en su regazo y perdernos en la pena.

 La tristeza aunque dolorosa, es una emoción útil, es el punto de arranque del proceso de aceptación de una realidad que nos daña. Cuando la tristeza empaña nuestra vida nos sentimos tristes y nos replegamos sobre nosotros mismos, nos aislamos para poder gestionarla. Comenzamos entonces a generar pensamientos alternativos a la situación para encajarla en nuestra nueva realidad. Es necesario aprender a seguir con nuestra vida, tanto con la aceptación de las perdidas, desilusiones y fracasos a los que nos hemos enfrentado.

 Para lograr gestionarla, primero hemos de ser capaces de identificarla, ser conscientes de que está ahí. Aceptarla, y comprender que la tristeza no es signo de debilidad. Debemos permitirnos estar tristes, contrariamente a lo que nos dicta la sociedad sobre el control de las emociones. Y buscar soluciones para poder superarla, pasando a la acción.

 Es importante no olvidar que volveremos a sonreír y tener la certeza que después de cada tormenta siempre sale el sol. No puedes evitar que las aves de la tristeza pasen encima de tu cabeza pero puedes evitar que hagan un nido en tu cabello.

 Ganamos fortaleza gracias al dolor y la tristeza. Cada vez que morimos, aprendemos a vivir de nuevo.  

 No olvidemos nunca que la tristeza es una de las vibraciones que prueban que estamos vivos.

Comentarios

  1. Pues si , totalmente de acuerdo


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  2. Que razón tiene cada una de tus palabras , feliz de encontrar escritos tan emotivos cuándo te gusta la escritura.. gracias x ello !!

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  3. Muchas gracias Pepi. Un abrazo enorme!!

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