❤ Mi Diario: ¿Paciencia donde te has metido?

Mi Diario: ¿Paciencia donde te has metido?

¿Porque me cuesta tanto tener paciencia? ¿Se puede entrenar? ¿Se agota con la edad? ¿Porque a tantos les sobra y a mí me falta? ¡¡¡Dios dame paciencia!!!             

Está claro que ser impacientes nos trae sufrimiento e insatisfacción, no permitiéndonos disfrutar del momento presente, ya que estamos siempre pensando en el futuro y, cuando por fin este llega, no nos es suficiente ya que seguimos pensando en el futuro de después. Entonces ¿Cuándo disfrutamos?

La paciencia es una actitud necesaria para vivir en el aquí y ahora, viviéndolo, sintiéndolo, disfrutándolo y siendo conscientes del mismo y eso se nos olvida demasiadas veces, en demasiados momentos y demasiados días.

Pensamos que perder el tiempo es algo malo, no permitido. Estamos programados para producir y aprovechar cada instante ya que el tiempo es oro y limitado. No nos permitimos parar y eso nos lleva lentamente a nuestra propia destrucción. Aunque queramos ir deprisa hemos de entender que todo tiene su ritmo o viviremos frustrados y sufriendo por lo que aún no hemos conseguido, en vez de disfrutar de lo que tenemos y está a nuestro alcance.

No queremos esperar, lo deseamos todo de forma inmediata, vivimos deprisa con estrés y ansiedad y nos frustra no conseguir resultados inmediatos. La tecnología ayuda a fomentar esta inmediatez que tan poco favor nos hace. Creemos que podemos adelantarnos al mañana y lo que ocurre es que perdemos el presente y eso se traduce en perder lo verdaderamente importante. Lo único que de verdad existe y es real, el aquí y el ahora.

Necesitamos parar y respirar, no permitir perdernos a nosotros mismos. Meditar, bajar el ritmo y abrir los ojos. Tomarnos nuestro tiempo, relajarnos y encontrar la paz. Dejar que el universo siga su curso y fluya a su ritmo y dejarnos fluir con él. Vivir y disfrutar el camino que es de lo que al final se trata. Porque no es la meta lo importante sino el disfrute del camino que te lleva a ella.

Acompañemos a la vida, ajustándonos al momento y al ritmo de esta y al nuestro propio. Se trata de saber esperar y mantener la calma, para que las cosas ocurran cuando tengan que ocurrir, y ojo, que no es lo mismo que sentarse a ver pasar la vida. Necesitamos tomar elecciones y esto implica renuncias. Se trata de no quedarnos parados, marcar el rumbo y caminar a nuestro ritmo sin pretender llegar precipitadamente, fluyendo y disfrutando de cada punto del camino, saborearlo, respirarlo, sentirlo, amarlo y al poder mirar atrás sentir que esa fue la verdadera recompensa que nos proporciona el final del viaje. Abre tus ojos y estate alerta porque la vida está sucediendo en este preciso instante.

“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.”

-Immanuel Kant-

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