La Inteligencia Emocional (IE)

La IE (inteligencia emocial), es la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones. La parte primitiva del cerebro esta en la amígdala, que necesita la parte pre-frontal, para controlarse y adaptarse a las circunstancias y entornos.

Las emociones son mecanismos de supervivencia que nos ayudan a adaptarnos al entorno. Emociones como la ira, el miedo, el asco…son fundamentales y necesarias para nuestra supervivencia. Nos proporcionan información valiosa sobre nosotros mismos y es importante escucharlas y comprenderlas para poder tomar las riendas de nuestra vida ya que si no lo hacemos, las demás personas lo harán por nosotros y tomaran nuestras propias decisiones.

Entender como percibo el entorno, es decir si veo el vaso medio lleno o medio vacío, que pienso, que siento, como actúo nos permitirá poder cambiar los comportamientos, actitudes y emociones.
Las emociones nos ayudan a tomar decisiones, nos ayudan a relacionarnos mejor, cosa que no es posible si existe disfunción emocional en el cerebro. También influyen en nuestra memoria a largo plazo, si hay un impacto emocional el cerebro lo considera valioso y lo atesora, por eso es tan importante saber comprenderlas.

La IE tiene dos componentes:

1. Habilidades sociales: Como nos comunicamos con los demás, aunque no siempre se hace de una sola forma. También implican nuestros comportamientos y creencias.

Podemos comunicarnos de forma:

*Pasiva: cuando nos encontramos inhibidos socialmente.

*Agresiva: cuando ponemos por delante a los demás olvidándonos de nosotros mismos.

*Pasivo- agresiva: tiro la piedra y escondo la mano.

*Asertiva: tengo derecho a expresar lo que quiero, entender que tenemos derecho a equivocarnos, contradecirnos o cambiar de opinión.

Existen una serie de creencias disfuncionales como por ejemplo: que siempre debo prestar ayuda a los demás, sin embargo tenemos derecho a ser nuestro propio juez, a decidir no hacerlo, a buscar nuestra felicidad. Saber conocerse, cuidarse y poner límites es de suma importancia.

2. Autoestima: Implica amarse uno mismo, aceptarse, prestarnos amor incondicional saber enfocar nuestro crecimiento personal y no quedarnos estancados. Buscar la mejor versión de nosotros mismos.

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